Adrián Manchento
Mariela Leal Federico Bustos
Alejandra Montero
Hector Romero
Ian Malkovich Live set
Partir Mendoza al medio
Hoy el arte está marcando a gritos por donde van las derivas políticas de nuestro país.
Por María Forcada
Compartir una cultura o una identidad es más un resultado que una característica.
Convivir con otro no es fusionarse ni asimilarse, es más bien poder hablar de
la diferencia así como poder decir lo que no se comparte. Son buenos ejercicios
contra la hipocresía de los buenos modales, la de la sociedad neoliberal.
Porque es en la disipación de lo colectivo donde desaparece la posibilidad de
comunicarnos, de conectarnos. Nos planteamos en este evento abordar un desafío
ante tanto discurso de homogeneización, de miedo a lo opuesto. Por eso nos
propusimos la realización de un evento llamado A quién le toca la sortija?
donde las producciones artísticas planteen una manera de interpelarnos como
habitantes de Mendoza, como artistas, como artesanos, hacedores, como miembros
de cualquier grupo del que hemos decidido formar parte. Pensar para qué nos
reunimos, pensar en la necesidad de reconocernos en nuestras diferencias y acto
seguido: CONVIVIR IGUALMENTE.
A.Grimson ya decía en Interculturalidad y comunicación: “las fronteras entre
grupos no son naturales ni esenciales; la convivencia cotidiana de diferentes
grupos no se traduce necesariamente en fusión o asimilación, sino que la propia
dinámica de la interacción cotidiana plantea en muchos casos un crecimiento de
los roces y los conflictos. Las identificaciones diferenciales que surgen y se
negocian en estos procesos no son producto de una “realidad anterior” de culturas
, sino que se vinculan a intereses de grupos y a sus necesidades de organización social.(…)
“Indígena, paraguayo, negro, pueden tener una carga negativa en los discursos y
políticas hegemónicas. Los sectores dominantes pueden buscar asociarlas al desorden
o el atraso, a la suciedad o la delincuencia. Si esas categorías constituyen herramientas
de interlocución, entonces sectores subalternos buscarán instituir otros sentidos positivos."
Partir Mendoza al medio y encontrar que hay agua bajo el cemento y que corre sangre entre
las generaciones de artistas más allá de la fama, el ego, el apellido ilustre y la filiación
artística. Eso pasó ayer 2 de diciembre en: A quien le toca a la sortija? Evento de la
asociación visual objeto-a en el Centro Cultural Israelita. Y fue eso: un encuentro de
cosas insólitas en lugares insólitos, donde además de disfrutar de muy buena música y arte
expuesto en lugares raros, compartías un chori y un vino con tus amigos de la vida cotidiana,
esos que más allá del trabajo, ves poco, salvo en las redes. Porque hoy salir a encontrarse
por el arte y juntar más de seiscientas personas sin patrocinio de nadie más que nosotros
mismos es algo raro. Imposible hacerlo sin la colaboración de los nuevos visuales-a,
Melisa Fernández, Rosaura Escalona, Lucas Romero, además de los acostumbrados: Adrián,
Fernando, Juliana, Alejandra, Mariela, Héctor , Rayén y quien suscribe.
También porque hoy el arte está avisando a gritos por donde van las derivas políticas de
nuestro país. Salir del silencio de las cómodas costumbres de las artes, tanto las finas
como las del espectáculo, tanto las de salón como las de masa, tanto las artes de pose cool
como las económicas. Salir de las cajas cerradas de los grupos y ver que a pesar de ser
animales salvajes enjaulados en un país que se tiene por solidario, somos cuerpos resilentes
y resistentes. Esto es de lo que siempre el arte se encarga mostrando cuáles son las grietas
de verdad en la sociedad, de qué cosas nos reímos sarcásticamente, qué somos capaces de
enfrentar, qué podemos soportar, qué se silencia en nuestros cuerpos y con qué cosas no se juega.